Quedan pocas horas para que en muchas casas se descubra a quién le toca este año pagar el Roscón de Reyes. Y es que, cuenta la tradición, que quien encuentra la figura “coronado Rey será”, mientras que el desafortunado que detecte la dura y verde legumbre en su trozo tendrá que acoquinar con el gasto del dulce con el que cada año despedimos la Navidad.
¿Haba o figura?
Pero no siempre fue así. Basta con indagar un poco en la historia del Roscón para averiguar que ni se tomaba el 6 de enero, ni llegaba con los Reyes Magos de Oriente o que la sorpresa que esconde en su interior (el haba), en otra época, no tenía el negativo significado de “tener que pagar el pato”.
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